Un diente se puede fracturar de muchas formas posibles en nuestra vida diaria: haciendo deporte, en una caída accidental, en una pelea, un accidente de coche o moto o incluso, mordiendo un alimento muy duro.
Cuando esto pasa, hay que acudir al dentista de inmediato, ya que cuanto antes acudas, habrá más probabilidad de reconstruir la pieza dental original.
Sería de gran ayuda, intentar localizar y recoger el trozo de diente que se haya desprendido y guardarlo en un recipiente con leche fría para llevárselo al dentista. Y, además, aplicar frío en la zona donde esté el diente para contener la inflamación
A veces, con la fractura, no se produce desprendimiento, pero sí se manifiestan una serie de síntomas que pueden indicar que un diente está fracturado:
- Dolor agudo al morder que desaparece rápidamente
- Dolor que va y viene
- Dolor al comer o beber cosas frías o calientes o alimentos dulces, ácidos o pegajosos
TRATAMIENTO:
El tratamiento de un diente roto depende del tamaño y localización de la grieta y los síntomas que esté experimentado. Evite masticar con ese lado de la boca y el dentista será el encargado de recomendarle el tratamiento más adecuado:
- La reparación del diente con un material de relleno
- Colocación de una corona para proteger el diente de un daño mayor
- Endodoncia, si la pulpa está afectada
- Extraer el diente y sustituir por un implante
- Ninguno, ya que las grietas pequeñas son comunes y por lo general, no causan problemas